El divorcio no es solo el fin de una relación matrimonial, sino el inicio de una nueva etapa que, con el apoyo adecuado, puede ser más llevadera, justa y equilibrada. Con esta premisa, se desarrolla la entrevista sobre la Gestión de Divorcios Complejos, organizada por la Escuela de Derecho Público y Notarial junto con la Cátedra Universitaria UDIMA.
Gracias por acompañarnos en esta entrevista de Gestión de Divorcios Complejos organizado por la Escuela de Derecho Público y Notarial y la Cátedra Universitaria UDIMA.
Empecemos por lo básico, ¿por qué es importante abordar el divorcio desde una perspectiva profesional y multidisciplinaria?
El divorcio es un proceso que no solo implica la disolución de un matrimonio, sino que también afecta profundamente a nivel emocional, legal y financiero. Cuando hay hijos menores o bienes gananciales involucrados, los conflictos tienden a intensificarse. Es fundamental que los profesionales trabajemos desde un enfoque multidisciplinario para ofrecer soluciones integrales que prioricen el bienestar de los menores y garanticen un reparto justo del patrimonio.
En el contexto español, ¿cuáles son los conflictos más habituales relacionados con los hijos menores durante un divorcio?
Los principales conflictos giran en torno a la custodia, el régimen de visitas, la pensión alimenticia y la toma de decisiones importantes en la vida de los menores, como su educación o salud. Cada caso es único, pero el denominador común es la necesidad de proteger el interés superior del menor. Aquí es crucial que ambas partes busquen acuerdos que eviten judicializar excesivamente estas cuestiones, algo que puede ser muy dañino para los niños.
Además de los hijos, los bienes gananciales son un foco de disputa. ¿Qué aspectos legales suelen generar más tensiones?
El reparto del patrimonio común es un tema delicado, especialmente cuando incluye bienes de gran valor, como la vivienda familiar. Determinar quién puede quedarse en la vivienda, cómo se valora el patrimonio y quién asume las cargas económicas puede provocar desacuerdos significativos. Aquí, contar con abogados especializados que puedan asesorar sobre la normativa vigente es esencial para evitar conflictos prolongados.
¿Cómo afectan estos conflictos al plano emocional?
El divorcio es, en sí mismo, una situación cargada de emociones intensas como la tristeza, la frustración o el miedo al futuro. Cuando los conflictos legales se suman, puede aumentar significativamente el estrés emocional de todas las partes. Esto impacta especialmente en los menores, quienes muchas veces son los más vulnerables en el proceso. Por eso, combinar el apoyo legal con atención psicológica es clave para gestionar estas emociones de manera saludable.
¿Qué soluciones recomiendan para abordar estos conflictos de forma efectiva?
La mediación familiar es una herramienta poderosa. Permite a las partes dialogar en un ambiente controlado y con la ayuda de un mediador profesional, buscando acuerdos que sean beneficiosos para todos. Además, contar con abogados especializados en Derecho de Familia es fundamental para garantizar que los acuerdos sean justos y se ajusten a la normativa. Por último, nunca hay que subestimar la importancia de la atención psicológica, tanto para los adultos como para los menores involucrados.
¿Qué destacarían del Encuentro Profesional «Del divorcio se sale»?
Es una oportunidad única para reunir a expertos en Derecho de Familia y otras disciplinas relacionadas. Queremos ofrecer a las participantes herramientas prácticas y conocimientos actualizados sobre cómo abordar los conflictos derivados del divorcio. Además, estamos convencidas de que espacios como este fomentan el intercambio de experiencias y promueven soluciones innovadoras y equilibradas.